Dificultad
Media 👍Distancia
7.7 kmDesnivel
380 mDuración
3hDescripción
El Puig de Sant Miquel es una montaña de 733 metros de la Sierra de Rubió, en el corazón de la Anoia, que forma parte del reto de las 100 cimas y que dispone de buenas vistas durante todo el trayecto.
La ruta propuesta es sencilla, sin demasiado desnivel acumulado. Empezaremos en el castillo de Rubió, subiremos hasta el parque eólico y caminaremos entre grandes molinos hasta la cima, por donde bajaremos por un pequeño sendero técnico hasta la ermita de Sant Pere de Ardesa.
Mapa de la ruta
Recorrido detallado
Aparcamos el coche en la entrada de la población de Rubió, una de las poblaciones más reducidas de la zona. Nada más llegar nos da la bienvenida la gran iglesia de Santa María de Rubió, situada al pie de las ruinas del castillo de Rubió.
Empezamos a avanzar por la carretera principal y no la dejaremos durante un buen rato. A pesar de tratarse de una carretera, es muy secundaria y casi nada transitada.
El castillo de Rubió
Avanzamos por la carretera
A medida que vamos subiendo nos acercamos al parque eólico de Rubió, uno de los más importantes de Cataluña en sus inicios, proporcionando energía a unos 30.000 hogares aproximadamente.
Una vez llegamos a la estación transformadora, que la veremos a mano izquierda, avanzaremos unos metros y tomaremos el camino de tierra que sale a la derecha, entrando en la zona del parque eólico.
Parque eólico de Rubió
Entrando en la zona del parque eólico
Llegará un momento en que lleguemos a un cercado, donde veremos un cartel indicativo hacia la cima y un camino que sale a izquierda. Aunque el cartel indica que nos dirigimos hacia el molino, bajaremos unos metros por el camino de la izquierda.
Y al cabo de unos metros veremos un pequeño sendero que sube arriba, este es el que nos llevará directamente a la cima. El primer tramo es el más complicado, después es muy fácil técnicamente.
Desvío hacia el puig de Sant Miquel
Inicio del sendero
Avanzamos por el sendero con muy buenas vistas a ambos lados de la montaña. Ya a lo lejos vemos nuestro objetivo, el monte de Sant Miquel.
Al cabo de un buen rato por la cresta llegamos al monte de Sant Miquel, donde encontramos una bandera, un vértice geodésico y un pequeño pesebre.
Por la cresta hasta el puig de Sant Miquel
Puig de Sant Miquel
Las vistas son espectaculares, sobre todo con grandes vistas al sur, a la llanura del Anoia, con vistas a Igualada y hacia oeste y norte con el resto de pueblos.
La bajada es la parte más complicada de esta excursión, ya que el sendero es muy abrupto. Unas pequeñas barandillas de madera nos pueden ayudar.
Vistas de la llanura de Anoia
Bajada hacia la ermita de San Pedro de Ardesa
El sendero de bajada termina en la ermita de Sant Pere d'Ardesa, la rodeamos y vamos hasta la entrada principal.
Se trata de una iglesia románica fechada en el año 1082, protegida como bien cultural de interés local, formada por un edificio de una sola nave con un ábside semicircular al este.
Ermita de San Pedro de Ardesa
Ermita de San Pedro de Ardesa
Desde aquí emprendemos la vuelta hacia Rubió siguiendo el camino principal que sube suavemente en dirección norte.
Seguimos sin pérdida el camino y no lo dejamos en ningún momento, poco a poco vamos perdiendo altitud aunque después tendremos que recuperarlo
Empezamos el camino de regreso
Seguimos el camino principal
En la distancia volvemos a ver nuestro objetivo, el pequeño pueblo de Rubió donde destaca claramente la iglesia de Santa María de Rubió.
Una vez llegamos a un banco, vemos un pequeño sendero que sube hacia la población. Podemos hacer un pequeño descanso y empezamos la última subida por el estrecho sendero, que nos dejará en el mismo aparcamiento donde hemos empezado.
La iglesia de Santa María de Rubió
Sendero de subida a Rubió