Dificultad
Alta 👏Distancia
13 kmDesnivel
710 mDuración
5hDescripción
El cabo de Begur es el extremo más oriental del macizo de Begur, uno de los sectores más característicos de la Costa Brava. Entre enormes acantilados que caen verticales hasta el mar encontramos pequeñas calas y núcleos de poblaciones pesqueras como la cala de Aiguafreda o Sa Tuana.
La ruta descrita se inicia en la población de Begur, una villa del Baix Empordà fundada en el siglo VI aC. De Begur bajaremos hasta la playa de Pals, desde donde iniciaremos el GR-92 por el camino de ronda al lado del mar. Pasaremos por la fotogénica Cala de l'Illa Roja, por la playa de Sa Riera y la cala de Aiguafreda y la Cala de Sa Tuna.
Mapa de la ruta
Recorrido detallado
Nos dirigimos hacia Begur (0:00h - 185m), desde donde empezaremos la ruta para recorrer una zona especialmente bonita por sus acantilados y las pequeñas playas del Cabo de Begur.
Desde Begur bajaremos por la carretera hacia la línea de costa, a la playa del Racó, situada al sur de la playa de Pals.

Playa de Pals

Acceso en la Cala de l'Illa Roja
Al llegar ya veremos que el terreno aquí es abrupto, intercalando acantilados con pequeñas calas y playas.
En la playa cogeremos el camino de ronda y llegaremos a la cala de la Illa Roja (0:45h - 5m), nombrada así por la enorme roca de color rojizo en medio.

Escaleras en la Cala de l'Illa Roja

La enorme roca en medio de l'Illa Roja
Continuamos por el evidente camino empedrado, al lado del mar, que une la cala de la Illa Roja con la playa de Sa Riera.
Por la buena temperatura y la poca afluencia de veraneantes, pasear por la Costa Brava en invierno es una gozada.

Camino de Ronda hacia Sa Riera

Sa Riera
Bajaremos hasta la playa de Sa Riera (1:15h - 6m), que recibe su nombre por el torrente que la divide en dos mitades, y la cruzamos por la pasarela de madera.
A parte de la playa, Sa Riera es un núcleo de población del municipio de Begur que conserva sus orígenes pesqueros.

Pasarela de madera en la cala de Sa Riera

Esculturas de madera con un toque pesquero
Desde aquí, abandonaremos la comodidad del camino de ronda para adentrarnos en la parte más salvaje, en un tramo bastante más precario.
Caminaremos al lado del mar buscando siempre el mejor sendero. En algunos puntos el camino no se distingue entre la multitud de rocas.

Los acantilados marcan el relieve de la costa

Enfilamos entre las rocas
Subiremos y bajaremos constantemente, superando los acantilados y bajando hasta el mar, cosa que hará el recorrido más exigente.
Por primera vez gozaremos del entorno natural sin ninguna construcción cerca, ya que la costa brava ha estado muy masificada en los últimos años.

Caminando entre mar y montaña

El camino esta cerca del mar
Alternamos bosques con paisajes marítimos, unos rincones que se agradecen mucho en días de fuerte calor, ya que casi todo el camino es al descubierto.
Algún tramo nos deja embobados por su postal, una fuerte subida para remontas el desnivel de esta ortografía tan feroz.

De vez en cuando encontramos algún bosque

Subiendo y bajando al lado del mar
Superado el desnivel llegamos al núcleo de Aiguafreda. Lo cruzaremos y avanzaremos para volver a encontrar el camino de ronda en la cala de Aiguafreda (3:00h - 10m).
La cala de Aiguafreda no tiene arena, la piedra está en contacto con el agua donde los pescadores dejaban sus barcas.

Cala de Aiguafreda

Zona de pícnic en Aiguafreda
Continuaremos por el camino de ronda siguiendo la línea de costa en dirección a Sa Tuna. Este tramo es muy agradable ya que es prácticamente llano.
Protegida de las olas por un cabo, Sa Tuna es un rincón muy tranquilo de la costa brava.

El camino de Aiguafreda hacia Sa Tuna

Llegamos a Sa Tuna
La cala de Sa Tuna (3:30h - 4m) tiene su origen en el barrio pesquero del mismo nombre, donde aún se conservan las casitas rodeando la playa.
Cruzamos la población y subimos fuerte por el camino de ronda hasta llegar a la cima del turón, desde donde veremos un magnifico paisaje de la costa.

Cala de Sa Tuna

Tramo de fuerte subida al salir de Sa Tuna
Caminando por encima de los acantilados, que caen bruscamente sobre el mar, llegamos al camino de acceso al faro de Begur.
Ya desde aquí podremos bajar hasta el faro, o bien, si estamos cansados, podemos finalizar la salida siguiendo en dirección a Begur, recuperando ahora todo el desnivel perdido al inicio de la ruta.

Los acantilados de Begur

Begur